En clase hay que convivir con los demás y portarse bien. Para que los niños lo asocien con las emociones y estén motivados para hacerlo te propongo esta actividad:
Es el semáforo de la conducta, con él cada día al final de clase, hablaremos sobre como nos hemos comportado y seleccionaremos el color del semáforo con el que identificamos nuestro comportamiento.
El verde lo asociaremos con que nos hemos portado muy bien, el amarillo con un comportamiento no muy bueno y el rojo con un comportamiento incorrecto para la convivencia,
Tras la elección del color, debatiremos sobre porque lo hemos elegido y que podemos hacer para mejorar al día siguiente,
Aquí tenéis un ejemplo de como podemos hacer nuestro semáforo, aunque lo ideal sería que colaboraran los alumnos en su elaboración.